El pincel mágico

Parte 1

El pincel mágico [ cây cọ vẽ ] Li era un niño pobre que vivía en un pequeño pueblo de China. Le encantaba dibujar [ vẽ ] más que cualquier otra cosa en el mundo. Todos los días, usaba palos [ que ] para hacer dibujos en la tierra [ đất ]. Sus dibujos eran hermosos, pero siempre desaparecían [ biến mất ] cuando llovía.

Una noche, Li tuvo un sueño [ giấc mơ ]. Un anciano con una larga barba blanca [ râu ] lo visitó en su sueño.

"Li", dijo el anciano con voz amable, "tienes un buen corazón y un talento especial [ tài năng ]. Aquí tienes un pincel mágico. Pero debes pintar sólo para aquellos que realmente necesitan ayuda".

Cuando Li se despertó a la mañana siguiente, encontró un hermoso pincel nuevo al lado de su cama. No podía esperar [ nôn nóng ] para probarlo.

Primero, Li pintó un cuenco [ bát ] de arroz humeante [ bốc hơi ] para su vecina [ hàng xóm ] hambrienta, la señora Chen. ¡Increíblemente, el cuenco se volvió real [ thật ]! Olía delicioso. La señora Chen estaba muy feliz y le agradeció a Li.

Luego, pintó un pozo [ giếng ] para el pueblo, que no tenía agua limpia. De repente, apareció un pozo real con agua fresca [ tươi ] y fresca [ mát ]. Los aldeanos vitorearon y bailaron alrededor del pozo, llenando [ đổ đầy ] sus baldes [ ].

La noticia del pincel mágico de Li se difundió rápidamente por todo el país. La gente venía de lugares muy lejanos para ver al muchacho que podía hacer que sus pinturas cobraran vida. Pronto, el codicioso [ tham lam ] emperador [ Hoàng đế ] se enteró.

"¡Traedme a ese muchacho y su pincel!", gritó el Emperador a sus hombres. Estaba emocionado, pensando en todo el oro [ vàng ] que podría crear.

Los soldados del Emperador [ binh lính ] partieron hacia la aldea de Li.

Parte 2

Al día siguiente, los soldados [ binh lính ] llegaron a la aldea de Li. "Ven con nosotros", ordenaron [ ra lệnh ]. "El Emperador quiere verte".

Li estaba asustado, pero no tenía otra opción [ lựa chọn ]. En el palacio, el Emperador se sentaba en su trono dorado [ ngai vàng ], sonriendo maliciosamente [ độc ác ].

"¡Píntame una montaña [ núi ] de oro!", ordenó.

Li recordó las palabras del anciano en su sueño. Li sabía que el Emperador no necesitaba ayuda. "Lo siento, Su Majestad [ Bệ hạ ]. No puedo hacer eso", dijo Li con valentía [ can đảm ].

El rostro del Emperador se puso rojo de ira. "¡Píntalo ahora o te arrojaré a la prisión más oscura!"

A Li se le ocurrió una idea: empezó a pintar un océano entre él y el Emperador.

"¿Qué estás haciendo, muchacho estúpido [ ngu ngốc ]?" gritó [ quát ] el Emperador.

Del cuadro brotó agua de verdad, llenando la habitación. El Emperador se levantó en su trono y dijo : "¡Socorro! ¡No sé nadar!" .

El agua subía [ dâng lên ] cada vez más alto.

Li pintó rápidamente un pequeño bote [ thuyền ] para sí mismo y escapó [ trốn thoát ]. El Emperador y sus hombres fueron arrastrados [ bị cuốn trôi ] por el agua.

Li regresó a su aldea. A partir de ese día, utilizó su pincel mágico únicamente para ayudar a la gente necesitada [ khó khăn ]. Pintó casas para los sin techo [ vô gia cư ], comida para los hambrientos y ropa de abrigo para los niños en invierno.

En la aldea de Li todos vivían felices y compartían lo que tenían. Li nunca volvió a ver al Emperador, pero siempre recordó la lección: la mayor magia proviene de ayudar a los demás, no de la avaricia.